En la Sierra de Huelva, en los límites del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra Almonaster, un pequeño pueblo con algo más de 600 habitantes. La localidad misma, así como sus 14 aldeas repartidas en un extenso término municipal de 320 km2, se convierten en lugar de visita obligado para todo aquél que desee descubrir un espacio PATRIMONIAL único y un paisaje rico en vegetación, lleno de esplendor y colorido.
Posee una arquitectura popular de gran interés, con calles empedradas, rincones singulares y un legado histórico, cultural y monumental que lo hacen bien merecedor de la catalogación Conjunto Histórico Artístico desde 1982.
Los primeros vestigios de poblamiento se remontan a la Edad del Bronce, aunque los más abundantes corresponden a la época romana. De la posterior etapa visigoda destacan restos de valor importantísimo. Del período califal nos queda la Mezquita, el símbolo más emblemático de la localidad y su cerca murada. Como colofón, encontramos una portada de estilo manuelino portugués única en la comarca adosada a la Iglesia gótico-mudéjar de San Martín construida tras de la reconquista cristiana.
El pasado y patrimonio Andalusí, y el rico legado etnológico, principal seña de identidad del municipio, constituyen la base de todas sus festividades y tradiciones.
La oferta de alojamiento, basada principalmente en apartamentos y casas o viviendas de alojamiento rural, a la que se le ha añadido en los últimos años la apertura de un nuevo hotel con encanto, ofrecen una experiencia inolvidable en un entorno natural de gran valor ecológico. Los amantes del buen comer, tienen la opción de degustar platos elaborados a partir de carne de cerdo ibérico de alta calidad y sus derivados -como el jamón ibérico de bellota -, además de ensaladas con productos procedentes de las huertas locales, los guisos, sopas tradicionales y postres caseros.En definitiva, un rico patrimonio cultural, la belleza singular del paisaje, monumentos de gran valor histórico-artístico, arquitectura popular, casas encaladas, edificios señoriales, empedrados en las vías, fuentes, lavaderos, senderos, vistas panorámicas, y la forma de ser afable y abierta de sus habitantes, hacen que sean las principales bazas, por las que creemos que la “ALMONASTER EXTREME” será todo un éxito, y una prueba a tener en cuento por todos en sus futuras ediciones.


